jueves, 5 de junio de 2014

X-men: Primera Generación (X-Men: First Class, Matthew Vaughn, 2011)


Tras el fracaso que supuso X-Men: La Decisión Final, Fox consideró que había llegado el momento de darle un giro a la saga de los mutantes. Pero en vez de optar por algo tan drástico como cambiar todo el reparto e iniciar una saga nueva, tomaron una decisión muy acertada a mi parecer: realizar una precuela dentro del mismo universo.
Así, nació X-Men: Primera Generación; Una precuela que explora el origen de la banda de los mutantes, que ya aparecía formada en la primera película de la franquicia. Conocemos aquí pues, el pasado de Magneto y Xavier, y cómo se forjó la amistad entre ambos, desarrollada magistralmente en la película.


Comienza de la misma manera que lo hacía X-Men (Bryan Singer, 2000), con Magneto de niño y separado de su madre para llevárselo a un campo de concentración nazi. Pero añaden un elemento más: Sebastian Shaw (Kevin Bacon) lo contempla todo. Ve cómo el Magneto niño demuestra sus poderes e intenta que los vuelva a usar doblando una moneda bajo la presión de que si no lo hace, matará a su madre. El joven Eric Lensherr no lo consigue y Sebastian Shaw la mata. Enfurecido, el niño que posteriormente se convertiría en Magneto destroza todo el despacho de Shaw y este, satisfecho, le entrega la moneda, que Eric guardará cómo símbolo de su venganza contra el asesino de su madre.
Al otro lado del océano, un Xavier niño se hace amigo de una Mística niña cuando intentaba robar en su mansión.
Ahora, han pasado unos 18 años aproximadamente. Magneto (Michael Fassbender) viaja por el mundo buscando el paradero de Sebastian Shaw para cumplir su venganza y Xavier (James McAvoy) está apunto de licenciarse.


En Las Vegas, una agente de la CIA, Moira Mac Taggert (Rose Byrne), descubre una conspiración para acabar con la paz durante la Guerra Fría en la que están inmersos unas personas que poseen extrañas habilidades. Se lo hace saber a sus superiores, pero como era de esperar no la creen.
Es entonces cuando viaja a Westchester, a conocer un experto en mutación, un tal Charles Xavier. Al presentarse en la fiesta por su licenciatura, Charles le lee la mente y descubre a que se enfrentan. Se une a ella junto con su ''hermana'' Raven (Jennifer Lawrence), a los que más tarde se les unirá otro mutante conocido llamado Hank McCoy (Nicholas Hoult). Persiguiendo a Shaw, que se rodea de otros mutantes como él: Emma Frost (January Jones), Azazel (Jason Flemyng) y Riptide (Álex González); se encuenran con Magneto, que anda a la caza de Shaw. Xavier le salva la vida y se inicia una amistad entre ambos.


Xavier y Eric comenzarán pues a reclutar mutantes que tienen que ocultarse de la sociedad. Así, se unen a ellos Banshee (Caleb Landry Jones), Angel Salvadore (Zoë Kravitz), Havok (Lucas Till) y Darwin (Edi Gathegi).


Sebastian Shaw irrumpe en los edificios de la CIA dónde se ocultaban estos mutantes con un casco que le protege de los ataques telepáticos de Xavier y se lleva a Angel Salvadore con ellos a la par que asesina a Darwin.
Tras esto, Charles Xavier decide llevarse a los mutantes que quedan a su mansión de Westchester, dónde los entrena y los prepara para detener los planes de Shaw de provocar la Tercera Guerra Mundial.


Durante su estancia allí, Mística y Hank establecen una amistad entre ellos. Hank está decidido a acabar con su mutación y se inyecta un suero, pero lo único que consigue es que le salga pelo azul por todo el cuerpo. Se convierte en Bestia. Él y los demás se dirigen a detener a Shaw, que ha iniciado la crisis de los misiles en Cuba. Durante la pelea, Magneto asesina a Shaw quitándole su casco para que Xavier no pueda detenerlo. Tras esto, tanto el ejército soviético como el estadounidense, dirigen los misiles hacia los mutantes, a los que consideran la gran amenaza. Magneto invierte la dirección de los misiles para que vayan hacia los ejércitos navales pero Charles lo detiene, pues está convencido de que pueden hallar otro camino más pacífico en su relación con los humanos. Durante este desencuentro, Magneto deja paralítico a Xavier accidentalmente al desviar la bala de una pistola con la que Moira pretendía dispararle. Eric y Charles se dan cuenta de que no pueden seguir por el mismo camino, pues tienen visiones muy diferentes. Magneto se va con el antiguo grupo de Shaw, del que ahora es líder; y Charles Xavier vuelve a Westchester para convertirse en el maestro y mentor de tantos mutantes que hallarán refugio en su escuela.


La película deja bastante buen sabor de boca, y supera con crecer a La Decisión Final. Ofrece una nueva perspectiva de los mutantes dentro del mismo universo. Algo, que sólo la Patrulla X puede permitirse debido a la calidad del mismo. Tiene un planteamiento realista, adulto, tratando con respeto a todos los personajes, lo que le da a la película una fuerte consistencia. Todo encaja en ella. El espectador puede seguir el recorrido de los dos protagonistas, Magneto y Charles Xavier, y entender la manera de pensar de cada uno. Esto hace que el público se meta completamente en la historia; y el hecho de que se usen acontecimientos reales hace que se viva aún más la cinta.


Los actores están sobradamente bien. James McAvoy y Michael Fassbender interpretan de manera magistral a Magneto y el Profesor X. No tienen nada que envidiarle a Ian Mckellen y Patrick Stewart, y eso es decir mucho pues estamos hablando de Gandalf y el Capitán Jean-Luc Picard. Jennifer Lawrence también consigue una Mística muy sólida; a lo que contribuye también el guión de la película, que le dotaba de mucha mayor importancia al personaje que sus antecesoras.


Una película como Primera Generación no habría sido posible en otro universo como el de X-Men. Es tan rico de personajes y evolucionan todos de una manera sorprendente que pueden adaptarse a todo. Cómo es este caso; donde el primer grupo que Hombres X que forma Xavier no tiene nada que ver con el de los cómics. El único que aparece en ambos es Bestia. De hecho, la película es bastante diferente al cómic, pero está tan bien hecha que los errores quedan a un segundo plano. Los fallos que más llaman la atención son las edades de los personajes respecto a los cómics. No concuerdan igual, lo que hace que las relaciones entre ellos tampoco sean las mismas que en los cómics. Havok es el hermano Cíclope pero en ningún momento se dice.
Decía que el universo de la Patrulla X es infinito. A mí, me parece el universo más rico de todos los de Marvel y esta película es un ejemplo perfecto de ello.
'Mutante, y a mucha honra'.


PD: Geniales los cameos de Lobezno y Rebecca Romijn.

martes, 3 de junio de 2014

X-Men: La Decisión Final (X-Men: The Last Stand, Brett Ratner, 2006)


X-Men: La Decisión Final es la película que cierra la ''trilogía original'' de X-Men en el cine. Está dirigida por Brett Ratner, quien acabó ocupando la silla de director debido a la renuncia de Bryan Singer en favor de la memorable Superman Returns (te fastidias, eso por haber abandonado una saga que llevaba tu nombre). Su guión corrió a cargo, finalmente, de Zack Penn y Simon Kinberg, después de las renuncias y deshechos de Dan Harris y Michael Dougherty, que habían desarrollado un boceto junto con Bryan Singer.
Debido a todos estos cambios de director y guionistas, nos encontramos ante la película de X-Men más floja hasta la fecha.
La película empieza con Xavier y Magneto, cuando todavía son amigos, yendo a reclutar a una adolescente Jean Grey y quedándose asombrados ante sus poderes. Después el director nos lleva hasta unos años más adelante, donde vemos a Warren Worthingon III y padre. El niño está intentando arrancarse las plumas que le salen en la espalda y es sorprendido por su padre, que al enterarse que su hijo es mutante, comienza a intentar desarrollar una cura.
Durante todos los créditos iniciales, somos testigos de cómo esa cura va desarrollándose, para comenzar la película con la misma ya creada.
La cura ha sido posible gracias al ADN de Leech, un mutante que neutraliza los poderes de los otros.
Mientras, en la escuela de Xavier, Cíclope no ha superado la muerte de Jean Grey. Sigue atormentándose a sí mismo hasta que acude al lago Alkali, donde ella murió. Allí se encuentra con ella, que ha resucitado de sus propias cenizas y se le conoce como Fénix. Lobezno y Tormenta, corren tras Cíclope pero al llegar descubren que este ha sido asesinado y que Jean está viva. Se llevan a Jean inconsciente a la mansión, dónde Xavier les habla de la personalidad que ha podido desarrollar Jean que él ya conocía durante sus primeras sesiones con ella.
Jean Grey despierta y se da cuenta de lo que ha hecho, pero la personalidad de Fénix Oscura se vuelve a apoderar de ella y huye.
Entre tanto, Magneto ha reunido a una Nueva Hermandad de los Mutantes para hacerle frente a la cura formada por Pyros, Mística, Juggernaut (Vinnie Jones) y Multipleman (Eric Dane); y algunos omega como Callisto (Dania Ramírez), Kid Omega (Ken Leung), Arclight (Omahyra Mota) y Psylocke (Meiling Melançon). Cuando Magneto descubre que Jean Grey está viva intenta ir tras ella, y se encuentra con Xavier en la misma casa donde fueron a reclutarla hace años. Jean no controla sus poderes; termina matando a Xavier y se va con Magneto.
Por su parte, un antiguo X-Men vuelve al nido; Bestia, que se encargaba de asuntos mutantes en el Gobierno pero que dimite al enterarse que estaban usando la cura como arma para acabar con los mutantes. Warren Worthington también aparece en el colegio buscando cobijo, después de que su padre hubiera intentado suministrarle la cura. Pícara, sin embargo, ante la relación que está afluyendo entre su novio Bobby y Kitty Pride, decide abandonar los X-Men y suministrase la cura por su cuenta, ya que ella tampoco había estado nunca muy contenta con sus poderes mutantes.
El plan de Magneto es irrumpir en la prisión dónde ocultan a Leech para matarlo y acabar con la cura, pero los X-Men se meten por medio y es allí dónde tiene lugar toda la batalla final.
Como he dicho antes, nos encontramos ante la película más floja de toda la saga de X-Men. El guión carece de la profundidad que tiene en las otras películas y desaprovecha personajes como Coloso, Ángel y Cíclope. James Marsden, el actor que encarnaba a este último personaje, tenía una apretada agenda, ya que también estaba rodando con Bryan Singer Superman Returns, por lo que los guionistas decidieron matar a Cíclope para así quitárselo de encima.
Una película que trata un tema tan delicado como es la segregación social, podía haber estado mucho mejor, ya que se le da durante todo el rato un tratamiento infantil manifestado sobre todo en algunas frases que tiene que decir el pobre Ian McKellen como Magneto, muy propias de Batman y Robin. El guión es un auténtico Kaos. El director quiere abarcar mucho en poco tiempo (es la película más corta de toda la saga. De duración, mal pensados) y consigue instaurar una moda que también seguirá en Primera Generación que es la de 'Personajes que no dicen nada'. En esta cinta, tenemos a Coloso, que sólo dice una frase durante toda la película: 'Sí, se largó'.
Las interpretaciones de los actores están bien. Hugh Jackman lleva haciendo tanto tiempo de Lobezno que cualquier día le saldrán garras. Destacaría la de Ellen Page como Gata Sombra, que consigue darle al personaje una profundidad de la que carecen muchos en la película.
En cuanto a fidelidad al cómic, X-Men: La Decisión Final se basa en la Saga de Fénix Oscura, de Chris Claremont, y Dotado, de Joss Whedon. Aunque también coge tintes de Dios ama, el hombre mata, también de Claremont.
En resumen, una película que entretiene pero que no pasa de ahí. Con verla una vez es suficiente.