Joker / Mask

Primero debo de decir que Joker / Mask es el cómic que más he ansiado durante toda mi vida. La razón es que El Joker y La Máscara han sido mis personajes favoritos desde que era un niño (bueno, más niño) y cuando me enteré que había una miniserie que los juntaba a los dos (y en la que también aparecía Batman, mi otro personaje favorito) ¡no me lo podía creer! Ese cómic tenía que ser mío. Lo estuve buscando constantemente por Internet y por fin, hace unos meses, un simpático vendedor de Ebay lo puso a la venta. Tardé en comprarlo el tiempo que tarda Flash en echarle un casquete a su novia y por fin lo tuve entre mis manos.

La miniserie consta de cuatro número, pero la edición para España es de dos tomos con dos números cada uno.

Dark Horse y DC Cómics se unen para unirnos uno de los crossover más esperados por los fans. Dos personajes completamente locos; El Joker y La Máscara, juntos. Estábamos ante algo muy grande. Sin embargo, el guionista podía haberle sacado mucho más partido. Os lo contaré más adelante, de momento vamos con el argumento.

El Joker, Harley Quinn y uno de sus esbirros van al museo de Gotham a destrozar unas máscaras de payasos tristes porque al primero le ponen de los nervios. Es entonces cuando el esbirro, encuentra la máscara de La Máscara (en este cómic llamado por su nombre real; Cabezón) y se la pone por accidente, como siempre pasa. Se convierte en el hombre loco de la cara verde y empieza a hacer de las suyas por el museo. El Joker se queda sorprendido y le engaña para que se la quite y poder ponérsela él. Cuando lo hace, mata al esbirro y de paso le pega una paliza de campeonato a Batman, que pasaba por allí. Con la máscara puesta, El Joker es imparable. Se dedica a lo que más le gusta hacer: robar, pero sobre todo, destrozar. Pero cuando se da cuenta de que es La Máscara y no El Joker el que se está llevando todo el mérito, como es lógico en él, no puede soportarlo y decide adueñarse de una cadena de televisión para dar a conocer al mundo su persona, y de paso destrozar y matar a audiencia mundial.

Harley se enfada porque ve que está perdiendo a su ''pastelito'' y decide llamar a su mejor amiga para que le ayude a recuperar al Sr.J. Su mejor amiga es Poison Ivy, como ya sábeis. Y si en un cómic se juntan El Joker, que lleva la máscara puesta; Batman; Harley Quinn; Poison Ivy y el teniente Kellaway, que va tras la pista de La Máscara, la emoción está servida.

Sin embargo, a mí hay una cosa que me decepcionó bastante, y es por lo que digo que el guionista podía haberle sacado más partido. Si véis las portadas de los cuatro números, en todas aparecen El Joker y La Máscara juntos, compartiendo plano. Pero esto en la miniserie sólo aparece en el primer número, y únicamente en un par de páginas. En el resto del cómic, es El Joker el que lleva la máscara puesta todo el rato. No se a qué jugaban los editores, pero con mi ilusión si jugaron bastante...

En cuanto al guión, escrito por Henry Gilroy (que es guionista de series como Star Wars: The Clon Wars o Batman: The Animated Series), es sencillo, sin ningún quebradero de cabeza, con una historia bastante líneal y muy predecible, y con unos diálogos muy sencillos.

El dibujo corre a cargo de Ramón F. Bachs, barcelonés que cruzó el charco para dibujar cómics. Aunque ha dibujado series de cómic como de Star Wars, Ultimate Spiderman o Bruce Wayne: The road home; aquí tiene un estilo muy influeciado por la serie animada de Batman de Bruce Timm, cómo el mismo reconoce en una entrevista que forma parte de los extras de esta edición.

Y estas si son las cosas que me llenan de orgullo nacional; dibujantes españoles que triunfan en Estados Unidos, no españoles que ganan millones de euros por mover una raqueta, conducir un coche o darle patadas a un balón.

En general, el cómic es muy divertido. Hay que tener en cuenta que está hecho para un público más infantil que adulto, pero si os gustan estos dos personajes, no dudéis en haceros con uno en cuanto podáis. Actualmente se encuentra descatalogado así que muchíííííísima suerte de verdad para encontrarlo, porque el cómic merece la pena.